El génesis de Lovesong se remonta desde la época escolar de un Robert Smith de catorce años, cuando en clase y motivado por la atracción que sentía por Mary Poole, se decidió a participar con ella en un trabajo colectivo, del cual surgió una solida relación que los llevò al altar en 1988, siendo esta canción un tributo a Mary, convirtiéndose en un clásico de la música contemporánea, de sonido melodioso y compacto, con una lírica emotiva y directa, con una intensa sensación de protección y satisfacción.
Incluida en el CD Disintegration, Lovesong forma parte ya, desde un colegio, al repertorio de la nueva música clásica.
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